El poeta establece la letra de la música de su alma.
Cada poema tiene su propio ritmo
como los tambores como un latido del corazón.
Buscamos notas nuevas cada día,
plasmamos sentimientos,
dibujamos figuras, notas, suspiros,
figuras aun no creadas que solo el amor entiende ...
Nos acompañamos constantemente de la locura,
conversamos con lo ilógico de lo imposible de un sentimiento
nos reunimos con la nostalgia, la melancolía, a veces la tristeza
otras la alegría, la añoranza y la libertad de volar escribiendo como el viento.
La luna fiel testigo de nuestras emociones nos acaricia
con sus manos frías de noche nos arrastra con su belleza
buscamos una nota nueva que marque y deje huella en el silencio
crear de la sinfonía del amor y todo lo que envuelve con sutileza ....
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